a cumbre de la UE celebrada hace una semana debía ser, en palabras del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, "la cita definitiva para reforzar" el fondo de rescate de la UE. El acuerdo no solo se aplazó a marzo, sino que ahora es mucho más complicado.
Pocas medidas generan posiciones tan encontradas como las cláusulas de garantías salarial. La propuesta alemana es, en este punto, transparente: hay que eliminar la relación automática de la subida salarial con la inflación.
La música de las fusiones vuelve a sonar en los parqués, tras cuatro años de letargo por la mayor crisis desde la Gran Depresión. Y los gestores de los mercados financieros empiezan a buscar pareja para no quedarse fuera del baile.