Tras leer la valoración que el propio FMI hace de su periodo anterior a la crisis, bajo la dirección de Rodrigo Rato, creo que las autoridades económicas y políticas deberían tomarse verdaderamente en serio estas y otras -parece que ahora olvidadas- políticas de regularización del sistema, que ellos mismos ven tan necesarias, si pretendemos que el sistema capitalista continúe rigiendo los destinos de la mayor parte de la humanidad. Y si queremos evitar que haya más crisis, por supuesto.
Si bien a muchos nos gustaría exigir responsabilidades a los que son los culpables de la crisis, lo cierto es que una alternativa al sistema se ve lejos. Aunque no mucho más lejos de como hace tres meses se veía la caída de Mubarak o hace tres años la crisis misma.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de febrero de 2011