Los caminos de Hollywood son inexorables: tan pronto deciden que unas botas que los australianos usan por su casa son lo más fashion del mundo como ponen de moda el bótox. Ahora, los habitantes de esa urbe que es más un estado mental que una ubicación geográfica han decidido que no hay nada más cool que el pimpón. En realidad sus compatriotas de la Costa Este de Estados Unidos hace ya tiempo que perdieron la cabeza por el tenis de mesa.
El punto de eclosión de este deporte tuvo lugar en Nueva York con la inauguración del club Spin, un local privado donde las caras guapas podían tomarse un combinado, darle a la bola y entablar relaciones sociales, y todo en un ambiente muy distinto del de los antros de toda la vida.
El espacio, diseñado por el interiorista Todd Oldham e impulsado por Susan Sarandon (la actriz es una chiflada del tenis de mesa), cogió tanto empuje que sus fundadores, Franck Raharinos, Andrew Gordon y Jonathan Bricklin, decidieron que era el momento de expandirse. Así, en julio del año pasado, Spin abrió sus puertas en Los Ángeles.
Desde entonces, John Stamos, Nicole Richie, Adam Sandler, Arnold Schwarzenegger, Mel Gibson, Conan O'Brien o Jamie Foxx han sido vistos empuñando la pala. "Nuestro éxito surge de la pasión por el juego, la creatividad y el sentido del humor que hemos puesto en ello".
"El pimpón puede ser al mismo tiempo brillante e infantil", cuenta Jonathan Bricklin por correo electrónico mientras gestiona la apertura de las próximas sedes. "Este año abriremos en Toronto, Miami, Tampa Bay y esperamos hacerlo en Berlín, Londres y Barcelona".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de febrero de 2011