A la conselleira de Traballo, Beatriz Mato, le tocó ayer abrir las comparecencias de la comisión parlamentaria "para elaborar un plan de dinamización de la demografía". Y lo hizo con un ofrecimiento de consenso a la oposición pero sin dar más que una serie de estadísticas ya conocidas y que dibujan un sombrío futuro poblacional para Galicia. "Hay que revertir esta situación demoledora", dijo. Mato se refería, entre otras cuestiones, al penúltimo puesto que ocupa la comunidad en cuanto a natalidad. O al segundo, en mortandad.
Además, en línea con el discurso de temor a los mercados, la titular de Traballo, de quien también dependen las políticas sociales y laborales, expresó sus dudas sobre el futuro del sistema de bienestar "a no ser que nazcan el doble de niños de los que nacen ahora". En su discurso no hubo mención ni a la inmigración ni a las bolsas de fraude fiscal, dos cuestiones que los expertos consideran claves para hacer viable la solidaridad social.
Carlos Aymerich, del BNG, atacó frontalmente la intervención de Mato y le recriminó que, tras dos años en el Gobierno, "no haya hablado de lo que ha hecho, a pesar de tener las competencias en la materia". "Lógico", ironizó, "no ha hecho nada". Para la socialista Beatriz Sestayo, la conselleira reprodujo "el pensamiento de la Conferencia Episcopal".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de febrero de 2011