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Necrológica:

Alejandro López Ufarte, jugador vasco y levantino

A Alejandro López Ufarte le enamoró el Mediterráneo, el sol de Levante, la gente de Levante y sobre todo el fútbol base. Quizás sería porque fue hermano de un genio del fútbol, el pequeño diablo Roberto, criado en el San Sebastián más futbolero, como él, donde se cultivaba un fútbol en el que primaba la mirada a los orígenes más que a los posibles futuros.

Alejandro, que murió ayer a los 48 años por eso que eufemísticamente se llama "una larga enfermedad", tenía aquel aire intelectual que parecía destinarle a tareas más de despacho, de ordenador, de tablas y categorías; los elementos en los que se mueven quienes diseñan a los futbolistas del futuro.

Él ya sabía cómo debían ser: por ejemplo, como su hermano Roberto, o como él quiso ser en el Sanse, y luego en el Castilla y finalmente cinco temporadas en el Levante, donde fue futbolista hasta que a los 27 años una lesión le obligó a decir adiós al campo y le llevó al despacho del fútbol. El Castellón, Levante, Valencia y Villarreal le vieron trabajar. Ayer le perdieron.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de febrero de 2011