Palmadas en la espalda y poco más. La patronal de las cajas de ahorros (CECA), se reunió ayer en Madrid para enviar un único mensaje al Gobierno ante la publicación este viernes del decreto que las convertirá, en la mayoría de los casos, en bancos a través de fundaciones.
Mauro Varela, copresidente de Novacaixagalicia (asistió en lugar de Julio Gayoso), pidió a los asistentes "una reflexión", pero no sobre los detalles del Real Decreto, sino sobre la esencia misma de las cajas como agentes de desarrollo. Recordó que muchos pueblos de España se van a quedar sin cobertura financiera después de este proceso y apeló al valor de la obra social. Su discurso, el único que se escuchó en el turno de intervenciones, no abrió ningún debate más allá de una respuesta educada de Isidro Fainé, el presidente. Significa, por si no estaba ya claro, que la propia patronal no se cuestiona la conveniencia del modelo, sino que busca cómo adaptarse a lo que le espera lo más rápido posible. Y ese camino de obstáculos puede llevarse por delante a la entidad gallega.
Ayer, uno de sus consejeros, José García Costas, aseguró que la situación es "dificilísima", y culpó a la banca de poner contra las cuerdas a Novacaixagalicia. La opción que más se acerca a los deseos de los gestores, tal y como están las cosas, pasa por un modelo de conversión en un banco parecido al adoptado por La Caixa, que volcó todo su negocio a su filial Criteria. En el otro extremo se sitúa la opción de pedir más dinero público y aceptar las consecuencias: intervención del Banco de España y posterior privatización. En el camino del medio están los posibles pactos con otras entidades. Contra todo ello, el BNG se manifestará hoy en siete ciudades gallegas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de febrero de 2011