El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, contrapuso ayer el modelo Barcelona, de ciudad cohesionada fruto de políticas socialdemócratas, que resiste a las embestidas del mundo globalizado, frente a "otros modelos de ciudad" resultado de políticas conservadoras. "Se puede construir otro proyecto basado en otros valores, pero te juegas mucho. Nosotros no tenemos un barraquismo que afecte a 50.000 personas, lo erradicamos". No lo dijo, pero Hereu se refería a Madrid. "No estamos en esta Barcelona por azar sino por una construcción política", afirmó ayer el alcalde barcelonés durante el cara a cara celebrado en EL PAÍS, en el que debatió con su rival socialista, Montserrat Tura, aspirante como él a alcalde.
Hereu y Tura coincidieron en los valores de izquierdas pero discreparon en la mirada sobre Barcelona. Hereu puso el acento sobre la ciudad, en lo que necesita y quiere. Tura, diputada del Parlamento catalán, exhibió una visión más metropolitana, de Barcelona en relación con su entorno. Antes de ejercer de consejera de Interior y Justicia, Tura fue durante 16 años alcaldesa de Mollet, un municipio del área de Barcelona.
Al hablar de las posibilidades de movilidad en el área de Barcelona la candidata armó cierto revuelo al afirmar que "un sueldo normal" está entre 2.200 y 2.500 euros. 12.000 afiliados decidirán el sábado quién será el candidato socialista para salvar Barcelona.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de febrero de 2011