Los caminos del cine son muchas veces difícilmente transitables y accidentados. El escritor, y director en segundas nupcias, Vicente Molina Foix lo ha vivido con su última película Dios de madera que, tras un "estreno con sordina" el pasado verano, volvió a ver la luz ayer en la pantalla de la sala Berlanga de Madrid, donde permanecerá en cartel hasta el próximo viernes.
La cinta está protagonizada por Marisa Paredes, que ganó el premio a la mejor actriz a su paso por el festival de Málaga el año pasado. Pero después de aquello "llegó la crisis y los problemas de distribución, la película se estrenó quizá precipitadamente y sin nada de publicidad el pasado verano; apenas ha tenido la oportunidad de enfrentarse al público y eso es algo que resulta doloroso y frustrante", cuenta Molina Foix.
La película, basada en un antiguo cuento del también autor de El abrecartas o Con tal de no morir, plantea un cuadro amoroso entre una mujer madura y viuda (Marisa Paredes), un hijo y dos inmigrantes procedentes de Marruecos y Senegal. Está rodada íntegramente en Valencia: "Me gustaba ese escenario", justifica el escritor ilicitano.
La película empezó a moverse a principios de 2009 y a rodarse en septiembre de ese mismo año. No se montó hasta marzo de 2010 para estrenarse finalmente en el verano de ese año. Esta no es la primera experiencia de Molina Foix como director. Hace 10 años dirigió Sagitario, producida por Fernando Colomo y protagonizada por Ángela Molina y Eusebio Poncela. Sin embargo, esta última aborda un tema eternamente presente como el de la inmigración desde las relaciones humanas: "Es una fábula sin moraleja".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de febrero de 2011