Estoy en las antípodas de su ideología y forma de encarar la política, pero deseo que ese mal, del cual tengo experiencia directa con mi mujer desde hace cinco años y con muy buen resultado, le sea extirpado en su totalidad a Esperanza Aguirre. ¡Mucha suerte!
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de febrero de 2011