Las protestas vecinales por la ampliación del perímetro del cuartel de la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable (Brilat) en Figueirido (Pontevedra) en diciembre de 2008 se saldaron con una carga policial y algún vecino herido. La fiscalía pedía, no obstante, una pena de un año y seis meses de prisión y una multa de 540 euros para el presunto agresor de una policía militar que guardaba la entrada a la base, a la que causaron un esguince en una mano por un golpe mientras sacaba fotos de los presentes. La titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Pontevedra ha absuelto al hombre, al que el fiscal atribuía un delito de maltrato de obra a fuerza armada y una falta de lesiones. Considera la juez que ni siquiera está comprobado que el acusado acudiese a la protesta.
La resolución no duda de que la mujer fuese agredida, pero cuestiona su versión de los hechos. El acusado sostuvo en todo momento que él no había acudido al cuartel, sino que estaba en su casa vigilando unas obras, extremo que confirmaron dos testigos. La juez toma asimismo en consideración la declaración de otro militar que presenció los hechos y que identificó, a partir de las fotos de su compañera, a otra persona como la verdadera responsable. La agredida aseguró, por el contrario, que el atacante no salía en las fotos. "Esta contradicción unida a las declaraciones prestadas por los testigos [...] llevan a concluir que la prueba de cargo practicada no es bastante para fundamentar la condenada del acusado", razona la magistrada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de febrero de 2011