Nadie sabe quién escucha a quién en las dependencias de la Policía Local de Noia. Pero la aparición de una grabadora y horas de conversaciones registradas ha levantado una polvareda en esta localidad coruñesa. Fueron los propios agentes quienes descubrieron el aparato y las grabaciones en un cuartel del que solo ellos, además de la empleada de la limpieza, tienen las llaves. Y se lo comunicaron al alcalde, el socialista Rafael García Guerrero, quien decidió ayer presentar en nombre del Ayuntamiento una denuncia en el juzgado para que investigue los hechos y determine si constituyen algún delito.
Los policías también se personaron ante el juez para denunciar esas grabaciones de voz. "Son continuadas pero no sabemos si se graba solo a los policías entre ellos o también a los ciudadanos, únicamente que son escuchas en dependencias municipales", explicó el regidor. El Ayuntamiento también intentará averiguar el origen de estas escuchas, aunque confía en que la polícia judicial, "que tiene más medios" logre resolver lo que, tanto el gobierno municipal, como los propios agentes consideran "un escándalo". García Guerrero, que asegura que no conoce el contenido de las grabaciones, admitió que los agentes "sospechan unos de otros".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de febrero de 2011