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Crónica:REGAL BARCELONA 89- CAJA LABORAL 66

Mucho Barça para Marcelinho

La intensidad azulgrana y la inspiración de Navarro doblegan al Caja Laboral

Al Caja Laboral debió de caérsele el alma a los pies. Había cerrado una primera parte de nota, superior en el rebote al Barça, dirigido por un superlativo Marcelinho Huertas (12 puntos solo en el primer cuarto), pero ni todo eso ni una versión normalita del cuadro azulgrana impidió que se marcharan al descanso un palmo por debajo (40-38) después de una canasta imposible de Sada con el cuerpo fuera de la pista y el balón por encima del tablero.

El Barça arrancó perezoso, fallón en los triples, incapaz de frenar a Marcelinho, un torbellino que anotaba, pasaba y driblaba. Hacía de todo y todo bien. Incluso discutir las decisiones técnicas con Ivanovic mientras este garabateaba la pizarra en un tiempo puerto.

REGAL BARCELONA 89 CAJA LABORAL 66

Regal Barcelona: Ricky Rubio (0), Navarro (25), Anderson (11), Morris (15) y Perovic (6); Sada (2), Lakovic (12), Fran Vázquez (2), Ingles (6), Ndong (4), Lorbek (6) y Grimau (0).

Caja Laboral: Huertas (18), Logan (0), San Emeterio (0), Teletovic (8) y Barac (20); Pau Ribas (8), Batista (7), Oleson (5), Sow (0), Ander García (0) y Bjelica (0).

Árbitros: Arteaga, Jiménez y Castillo. Sin eliminados.

Palau Blaugrana: 5.389 espectadores. También ayer: Granada, 81; Fuenlabrada, 69.

4º CUARTO

3º CUARTO

2º CUARTO

1º CUARTO

21-19

19-19

21-16

28-12

Quizás no recordaba el conjunto de Pascual el bofetón de la pasada final de la ACB. Hasta que Navarro dijo aquí estoy yo. Y comenzó un precioso duelo encestador con Marcelinho de una canasta a otra. Claro que el escolta catalán tuvo mucho más compañía a su lado. Si a Marcelinho apenas le acompañó Barac, Navarro fue la punta de lanza de toda la exuberancia del Barcelona: la muñeca de Lakovic, los brazos de Morris y el carácter de Anderson, un recién llegado que funciona como si nada.

El Caja Laboral levantó el pie del acelerador al comienzo del tercer cuarto. El Barça olió la sangre y abrió la herida (52-42). El conjunto azulgrana apenas necesita unos instantes de debilidad en el rival para matar los partidos. Su ritmo de juego es infernal. Imposible aguantarlo al máximo nivel durante tanto tiempo. Ni con el mejor Marcelinho. Navarro y compañía son demasiado.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 27 de febrero de 2011