¿Cómo se ve en su nueva faceta de reina del grito? Me veo total. Si me das a un botón, te grito en todos los tonos posibles. Me he especializado en sufrir, en llorar y en temblar.
Suelen darle papeles en los que lo pasa fatal. ¿Tanto sufre usted? Para nada. Es consecuencia de Caótica Ana. Y ahora, como que tengo facilidad para ello. Pero en mi vida soy muy alegre.
¿Se ha deshecho ya del trauma que supuso el fracaso de 'Caótica Ana'? Lloré mucho. Sobre todo cuando supe que no la habían nominado ni a un Goya, como si no existiera.
¿Se convirtió la cinta de Medem en una maldición para su carrera? Al principio pensé: "Se me han caído todos mis sueños". Pero me repuse, porque gracias a esa película estoy trabajando.
Los actores pasan el día esperando un papel que a lo mejor ni les gusta. ¿No es la profesión más frustrante del mundo? Yo en eso he tenido mucha suerte. No hay un solo trabajo del que me arrepienta. Ahora quiero hacer teatro y una comedia, por favor.
¿Tiene vis cómica? Creo que sí. El otro día, cenando con mi chico en un sitio lujoso, hice la broma de pagar con bonos de descuento del Dia. Al final pagamos con dinero, pero me encontré al camarero diciendo: "Señorita, se le han caído estos descuentos".
¿Salir con otro actor famoso, Miguel Ángel Muñoz, le ha obligado a blindar su vida? Es complicado. Tienes que intentar que no te afecte en nada y vivir lo más discretamente posible, porque no me gusta nada salir en determinados medios.
¿Vive entregada a la endogamia del cine? En absoluto. Mantengo mis amistades del cole y no soy de salir siempre por La Latina.
¿Hay alguna locura que no le gustaría dejar pendiente? Tirarme en paracaídas. Mi chico, que lo ha hecho, me lo ha planteado. Me da pánico total, pero quiero ser cada día más valiente.
Entonces, si le entraran a robar en casa como en 'Secuestrados', ¿le echaría los mismos arrestos que su personaje? Por defender mi propia vida o la de mis seres queridos, yo creo que sería capaz de cualquier cosa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 27 de febrero de 2011