Hace ya algún tiempo, se reunió el G-20 y después el G-20 ampliado y decidieron meterle mano a los paraísos fiscales y llenar de luz el mundo de las finanzas mundiales. Suena ya a prehistoria y nadie se acuerda de eso, a pesar de ello, es un trabajo que no se ha hecho porque se le encargó a todo el mundo. Todo el mundo pensó que lo haría algún país y todos le seguirían. Todos pensaron que cualquiera podría hacerlo, aunque no serían ellos los que dieran el primer paso. Nadie llegó a darse cuenta de que para hacer un trabajo hay que encargárselo a alguien y por eso nadie lo ha hecho y, por tanto, el trabajo sigue sin hacerse. ¿Seguirá este trabajo en la agenda de nuestros mundiales gobernantes o habrá pasado ya a mejor vida? Mientras tanto siguen sin solución Haití, Honduras, el Magreb, el hambre en el África subsahariana, la explotación infantil, el sida y un largo etcétera que irán superponiéndose en función de la noticia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de marzo de 2011