Minutos antes de empezar el partido contra el Zaragoza, Sandro Rosell, el presidente del Barcelona, buscaba su asiento en la tribuna. El dirigente azulgrana regresaba ayer a su localidad habitual como socio mientras en las pantallas del Camp Nou se proyectaba un vídeo en homenaje a las mujeres barcelonistas.
Con motivo de esta celebración, y días antes de la festividad de la mujer trabajadora, el próximo martes -inicialmente, no se pensó en hacer coincidir esta iniciativa con los actos del 8 de marzo-, el palco era ayer exclusivo para las mujeres. En los puestos más honorables estaban las dos integrantes de la junta del Barça, Susana Monje y Pilar Guinovart. En representación del Zaragoza, María Rosa Bosch y Silvia Carrión.
En consecuencia, los mandatarios de ambos clubes se hicieron un hueco en la grada. Y a Rosell, encantado de regresar a su asiento junto a sus dos hermanas, le acompañó su homólogo, Agapito Iglesias.
En el palco hubo invitadas poco habituales, como la presidenta del parlamento autonómico, Núria de Gispert, o la vicepresidenta del Gobierno autonómico, Joana Ortega, y deportistas como la tenista retirada Arantxa Sánchez-Vicario o la entrenadora del equipo español de natación sincronizada, Anna Tarrés, entre otras muchas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de marzo de 2011