Durante décadas miles de bebés en España fueron sustraídos o separados irregularmente de sus padres. EL PAÍS inicia hoy una serie sobre este tráfico de niños y ofrece el relato de las víctimas y de quienes participaron en las tramas: médicos y religiosos. Uno de estos testimonios es el de Liberia Hernández, sacada con ocho años (en 1962) de la casa cuna de Santa Cruz de Tenerife. "Allí venían matrimonios y nos miraban los dientes y las piernas, como si compraran caballos", recuerda Liberia, vendida ilegalmente a un matrimonio de Alcoi. Sor Juana Alonso, superiora de la casa cuna entre 1951 y 1970, niega cualquier pago y dice no recordar a Liberia, pero admite a EL PAÍS que entregaban niños a particulares que ahora han sido denunciados: "Preferíamos darlos siempre recién nacidos".
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La serie tendrá su espacio digital en elpais.com/especial/vidas-robadas, donde se recogerán casos y se contestarán dudas.
Editorial en la página 28
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de marzo de 2011