Tantas veces se repite que parece broma, pero lo del Deportivo es algo muy serio. En 27 jornadas ha marcado 23 goles y solo ocho de ellos en acciones combinativas. Anoche, la estrategia le rescató de nuevo en un momento decisivo para abrir el marcador ante la Real Sociedad, demasiado apocada, y edificar un triunfo que le aleja cinco puntos del descenso. Nueve arriba queda el cuadro donostiarra, que necesitará exponerse algo más si quiere convertir su gran campaña en sobresaliente.
Hasta el gol, y tardó 40 minutos en llegar, el partido fue un monólogo del Deportivo. Un discurso anodino, por otra parte, ya que a los jugadores de Lotina les sobró tanta voluntad como inoperancia.
Para comprender qué ocurre en el equipo cabe partir de un postulado: cualquier plan del técnico está mediatizado por los imprevistos, ya que en la preparación de la cita o en ella siempre se queda alguien por el camino. Ayer, Aythami, que iba a suplir al sancionado Lopo, se cayó del once poco antes del calentamiento por una gastroenteritis. A los ocho minutos, el que dijo basta fue Lassad. Lotina le había confiado el ataque en la búsqueda de talento y combinaciones para superar lo que presumía una cerrada defensa rival.
DEPORTIVO 2 - REAL SOCIEDAD 1
Deportivo: Aranzubia; Laure, Rochela, Colotto, Morel; Antonio Tomás (Rubén Pérez, m. 62), Juan Rodríguez; Adrián, Míchel, Guardado; y Lassad (Riki, m. 12) (Desmarets, m. 56). No utilizados: Manu; Juca, Pablo Álvarez Y Sand.
Real Sociedad: Bravo; Estrada, Ansotegi, Demidov, Mikel González (Sarpong, m. 62); Prieto, Illarra, Rivas (De la Bella, m. 62), Zurutuza, Griezmann (Ifrán, m. 79); y Agirretxe. No utilizados: Zubikarai; Markel, Labaka Y Carlos Martínez.
Goles: 1-0. M. 40, Riki. 2-0. M. 57. Adrián. 2-1. M. 65. Agirretxe
Árbitro: Mateu Lahoz. Amonestó a Colotto e Illarra
Unos 11.000 espectadores en el estadio de Riazor.
No se equivocó Lotina en su previsión. La Real se plegó. Así, tuvo que desatascar la situación con Riki, futbolista de espacios, no para asociarse en zonas reducidas. El madrileño, claro, se volvió a lesionar y no acabó. Tampoco Antonio Tomás, otro clásico de la enfermería.
Riki marcó antes de irse cabizbajo y desmoralizado. Ya había enviado fuera la otra ocasión que incubó el Deportivo en la primera parte, tiempo en el que no existió la Real, tímida, lejos de esa impronta de equipo descarado que le ha llevado más cerca de Europa que del descenso, huérfana de algunas piezas clave, pero también de la aportación de valores como Zurutuza o Griezmann, que no tocaron bola.
Con todo, la Real acabó el partido arriba. Se vio perdida tras el segundo tanto deportivista, uno de esos mano a mano en los que Adrián suele disparar al muñeco y que ayer resolvió con categoría, y atinó a replicar de inmediato con el gol de Agirretxe tras un preciso centro de Prieto,. Al Depor, entonces, le tembló todo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 8 de marzo de 2011