Dos años de trabajos y dos millones de euros permitirán descifrar los secretos del Pont del Diable unos dos milenios después de su construcción. La rehabilitación del acueducto romano que desde el siglo I abasteció Tarraco con agua del río Francolí y que Tarragona siguió utilizando hasta el siglo XVIII concluirá este verano y servirá para determinar las incógnitas que rodean esta estructura: la fecha exacta en que fue edificada y cuánto tiempo se empleó, los métodos que el Imperio Romano utilizó en su construcción y cuántos peones intervinieron en la obra. "Es el principal símbolo del patrimonio romano de la ciudad", señaló el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de marzo de 2011