En la sección de Cultura de EL PAÍS del 8 de marzo aparece una entrevista al escritor José Rodrigues Dos Santos, titulada: Seguir a Mahoma y el Corán al pie de la letra lleva a la violencia, en la que afirma que llega a esta conclusión tras leer el Corán, crónicas de la vida del profeta Mahoma y de reconocidos escritores fundamentalistas.
Como representante de la Comunidad Ahmadía del Islam, quisiera aclarar que en absoluto el Corán ni Mahoma han abogado por la violencia en nombre de la religión. Al contrario, la propia vida del Profeta es un ejemplo claro y exitoso del esfuerzo por conseguir la paz y la regeneración moral en una sociedad (la árabe de entonces) dividida por las eternas luchas tribales, venganzas y brutalidad. Los preceptos coránicos establecen la base para una sociedad pacífica universal con sus innumerables versículos que defienden la libertad civil y religiosa, como el siguiente: "No ha de haber coacción alguna en el nombre de la religión"
Frente a las opiniones de este autor se contraponen las de Karen Armstrong, cuya biografía de Mahoma publicada en Tusquets en 2005 es sin duda una de las más acreditadas: "lejos de ser el padre de la yihad, Mahoma fue un conciliador. (...) Su trayectoria nos demuestra que deberíamos imponernos como objetivo extirpar la codicia, el odio y el desprecio de nuestros corazones y reformar nuestra propia sociedad".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de marzo de 2011