¿Qué me da si no menciono a Ricky Martin? ¡Pero si me encanta! Con Chayanne, es el latino más grande. Pero el mayor hispano es Enrique Iglesias. Asia, Australia... ninguno ha llegado tan lejos. Ni su padre. Qué pena que aquí no lo vean así.
¿El 'boom latino' fue un lastre? Lo triste es que en España desapareciera. En Latinoamérica es nuestra música.
¿A quién le deja jugar con su Twitter? ¡Lo escribo yo!
"Me ha hecho mucha ilusión oír 'Quién te quiere como yo' en la campaña de seguros Génesis". ¿Eso no fue cosa de su agente? Mis temas funcionan en publicidad, no lo hago aposta. Estudié marketing, quizá eso tenga algo que ver. Y lo recontradisfruto. Que me llamen. Dicen que es prostituirse. Que les den. Es un orgullo.
¿Podría darle algunos consejos sobre Twitter a Alejandro Sanz y David Bisbal? Sanz, como Miguel Bosé, es un grande, y tiene mucho criterio. Puede hacer lo que le dé la gana. Bisbal, como yo, quizá tenga menos experiencia. Yo le recomendaría que se limitara a promocionar su trabajo. Twitter es un arma de doble filo.
Se esfuerza en fotografiarse con la guitarra. ¿Al público le cuesta creer que los guapos también componen? Fue cosa de mi sello. A mí no me preocupa. En el escenario, yo lo que quiero es bailar.
¿Sobreviviría a la obesidad y la calvicie? Uf, mi papá era flaco y tenía pelo. Y apenas hay gordos en mi familia. Menos mal.
¿Qué hay más terrible que envejezcan sus fans? Algunas me siguen desde hace 23 años, como una a la que llaman la Batiabuela. Es precioso. Y yo tengo un gran complejo de Peter Pan. Llevo muchos años intentando no madurar y ahora no lo voy a hacer.
¿'Yo me quedo en Venezuela' era un tema antichavista? Lo publiqué en 1995, antes de Chávez. Pero en 2000 lo tomó la oposición. Creo que ahora ya se ve como un himno netamente nacional.
¿Sigue pensando que los hombres pierden vida cuando eyaculan? Sí, total. A los 13 años, nadie me había hablado de estas cosas y cayó en mis manos un libro sobre sexo tántrico. Pensé que era lo normal. Se me quedó en el chip y ahí sigue presente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de marzo de 2011