La industria vuelve a ser el mejor sitio donde buscar buenos augurios, tan escasos en otras actividades económicas. 2011 arrancó con pésimos datos de empleo, la señal más clara de que la recuperación sigue en estado embrionario; por contraste, las ventas de las fábricas, aupadas a la ola de las exportaciones, dieron un estirón considerable en enero. El índice de cifras de negocios aumentó un 11,6%, la mayor variación interanual en cinco años, según los datos del Instituto Nacional de Estadística.
El aumento de la facturación de la industria tiene mucho que ver con el repunte de las materias primas. El índice de negocio de la industria es un índice de valor, es decir, recoge la evolución conjunta de precios y cantidades, de modo que el notable aumento de las ventas de las refinerías (un 34,8%) se debe casi en exclusiva a que la cotización internacional del petróleo escaló entonces a los 100 dólares por barril.
Igualmente, en la facturación de las plantas metalúrgicas (34%) se repercute un incremento de una magnitud similar en el precio del hierro. Aun así, el repunte de las materias primas no lo explica todo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de marzo de 2011