En octubre del año pasado, Julio César García-Luengo Pérez, alcalde de Crecente, destituyó a su segundo en la corporación municipal. El afectado fue su padre, Julio César García-Luengo Montero, regidor durante 28 años, que dio paso a su vástago en las elecciones de 2007. "No me ha dolido su decisión, y además un padre lo perdona todo", declaró entonces, al tiempo que presumía del "buen rollito" entre ambos.
Está por ver cómo afectará a la armonía familiar la decisión de García-Luengo padre de presentarse de nuevo a la alcaldía este año, por otra formación, el Centro Democrático Social (CDS), según publicó ayer La Voz de Galicia. La destitución del padre la justificó el hijo en su momento en el aparente interés del progenitor en concurrir a la alcaldía del vecino municipio de Arbo. Se interrumpía así una trayectoria en el consistorio de 40 años, primero como concejal y después como alcalde. Fue él quien introdujo al hijo en la política municipal, a la que accedió en 1995 como concejal.
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Del resultado de la batalla paterno filial saldrá probablemente el nuevo alcalde de Crecente, cuyos votantes no han dado mucha cancha a los partidos de la oposición en citas electorales anteriores. De los nueve concejales de la corporación, el PP se hizo con siete en 2007, por dos de PSdeG y otros tantos de BNG. La seguridad en la confianza de los vecinos era tal que Pérez no vio problema en dejar sin cubrir el puesto vacante de un edil que había renunciado durante la legislatura.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de marzo de 2011