La sección quinta de la Audiencia de Valencia condenó ayer a nueve años y medio a José Emilio Sanfrancisco, responsable del cuidado de los niños en la falla Tulell de Alzira y portaestandarte de la Hermandad del Santo Sepulcro en la misma localidad, por abusar sexualmente de dos menores de nueve y 13 años de forma reiterada entre 2006 y 2008.
El tribunal aprecia la atenuante de retraso mental moderado "que afecta levemente sus facultades" y le condena igualmente al pago de una indemnización de 60.000 euros para uno de los menores y de 20.000 para el otro, además de mantenerse alejado a al menos 500 metros de los dos niños. El ministerio público pedía para él una condena de 21 años, que la acusación particular elevaba a 60.
Los magistrados consideran probado que Sanfrancisco, que conocía a los dos menores porque formaban parte de su falla, se valió de ardides para atraer a los dos niños en distintas ocasiones y por separado a su casa. Unas veces para enseñarles su nueva cadena musical; otras, para ver una película. En lugar de eso, el condenado forzó a los críos a masturbarle, hacerle felaciones y otro tipo de abusos en el interior de su domicilio, en la azotea o en el ascensor de su edificio.
Reacción de la falla
Los menores, señala la sentencia, contra la que cabe recurso de casación, entraron en un estado depresivo que les impedía resistirse, aunque su rendimiento académico se fue a pique y su estado anímico se hundió hasta el punto de alarmar a sus padres. Los psicólogos que los atendieron detectaron en uno de ellos tendencias suicidas.
La sensación de soledad y de aislamiento que padecían se vio agravada, según la familia, por la reacción de la falla a la que pertenecían los menores y el acusado. En vez de amparar a los niños supuestamente vejados, la comisión Tulell los expulsó y emprendió una recogida de firmas a favor del acusado. Sanfrancisco pertenece a una familia acomodada y bien relacionada de Alzira, según han subrayado los familiares de los menores.
La sección quinta de la Audiencia de Valencia absolvió, en cambio, a Sanfrancisco de los delitos de violación y agresión sexual de los que también estaba acusado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de marzo de 2011