El estado de ánimo de los empresarios continúa bajo cero. El diagnóstico sobre la economía española que hacen los responsables de compañías con más de 10 trabajadores está en niveles mínimos: los consultados puntúan la situación con un 2,9 en una escala de 0 a 10, una décima por encima de la oleada anterior. La percepción que tienen los empresarios del sector al que se dedican también sigue siendo muy desfavorable (3,4).
Un 86% asegura que su empresa ha sufrido el impacto de la crisis, cuyos efectos siguen sin ceder. El 51% percibe que este fuerte impacto nocivo no ha cambiado y el 34% cree que incluso ha ido a peor. El sector industrial no termina de arrancar y el consabido estrangulamiento del crédito sigue lastrando de manera transversal todos los sectores de la economía: permanece invariable la elevada proporción de empresarios que piensan que ahora es más difícil que hace dos años conseguir financiación para su empresa (77%). Y lo que es peor: no creen que la situación vaya a mejorar a corto plazo. Tres de cada cuatro responde que aún queda tiempo hasta que la economía mundial remonte la marcha; y los que opinan esto mismo para el caso español crecen hasta un aplastante 92%.
El profundo descontento del empresariado se aprecia en el suspenso que dan al Gobierno (el 78% desaprueba la gestión del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero) y a la oposición (el 70% tampoco aprueba al líder del PP, Mariano Rajoy).
Sí que ha tenido una buena acogida el Consejo Empresarial para la Competitividad, órgano constituido a finales de febrero por las 17 mayores compañías españolas. Seis de cada 10 consideran que este acuerdo contribuirá a impulsar la competitividad y el crecimiento de la economía, mejorará la imagen y credibilidad internacional de España y que podría representar de forma adecuada los intereses de las empresas españolas. La encuesta de Metroscopia constata un déficit de representatividad institucional. Los empresarios apenas sienten adecuadamente representados y defendidos sus intereses por parte de la CEOE (que recibe un 3,6) y de la Cepyme (3,7).
La decisión del Gobierno de reducir la velocidad máxima en autovías y autopistas a 110 kilómetros por hora ha encontrado también una fuerte oposición entre los empresarios. El 76% está en desacuerdo con esta medida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 27 de marzo de 2011