Ya es de por sí impresionante caminar bajo la grandeza neoclásica de la basílica de San Francisco El Grande. Pero la cuaresma trae sorpresas y justifica que bajo sus hermosas cúpulas se interprete el próximo viernes el fastuoso Réquiem de Mozart. La obra más conocida del salzburgués, convertida en leyenda por la paradoja de que el autor muriese mientras componía la misa de muertos de otro, resonará en el templo gracias al Festival de Arte Sacro. Los que procurarán el milagro: la Orquesta de cámara Barbieri y el Coro de San Jerónimo El Real, conocedores del repertorio sacro y familiarizados con los acordes del réquiem mozartiano.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 27 de marzo de 2011