Miguel Ángel Fernández Ordóñez / ULY MARTÍN
La mayoría de las cajas en apuros se apuntalarán con dinero público
Como en una carrera de obstáculos, el pelotón de cajas problemáticas va superando barreras para intentar llegar a la meta de la estabilidad y la solvencia que, a veces, parece inalcanzable. Las entidades acumulan el cansancio de casi dos años de reformas legales y algunas ya admiten que no podrán lograr el objetivo sin ayuda de los árbitros, es decir, del Estado.