Cada miércoles, el PP le da una vuelta de tuerca a la dureza de sus intervenciones. Usa para eso a un grupo de diputados proclives a lanzar acusaciones a todo el que tiene delante. Para el caso Faisán frente a Rubalcaba, el PP tiene dispuestos para el combate a Ignacio Gil Lázaro, Ignacio Cosidó y Rafael Hernando. Para bombardear con los ERE de Andalucía siempre están en estado de revista los hombres en el Congreso de Javier Arenas: Juan José Matarí, Ricardo Tarno y Rafael Merino. Obviamente, Rajoy tampoco se mancha en este tema y sigue, a piñón fijo, tratando temas de economía y sin romper su imagen moderada, como aconsejan sus asesores. Los diputados hooligans hablaban hace semanas de cómo Manuel Chaves amparó la corrupción en Andalucía. Pero poco a poco van girando la rueda, hasta lanzar acusaciones contra el vicepresidente tercero tipificadas en el Código Penal. Ayer, Merino llegó a decir: "Hablo de 600 millones que ustedes les han robado a los españoles". Y Chaves replicó con los 50 millones desviados por la trama Gürtel en paraísos fiscales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de marzo de 2011