Ponerse la venda antes de la herida. Es la recomendación de la industria de las cuatro ruedas gallega, que ayer lanzó varios mensajes muy duros en la asamblea reunida en Vigo. El primero fue de Pierre Ianni, director de Citroën, que recomendó a las empresas auxiliares que negocien con sus plantillas regulaciones de empleo "para asumir posibles eventualidades". Aunque puso como ejemplo problemas de suministro con proveedores japoneses a raíz del terremoto, extendió esas regulaciones "preventivas" a cualquier eventualidad.
Sus peticiones no se quedaron ahí. Planteó la conveniencia de que el Gobierno asuma gran parte del coste que suponen las regulaciones durante solo unos días. Otro de los recados lo dirigió a los directivos: reprochó que el sistema Lean, una serie de herramientas que optimizan costes de producción, no se está aplicando como debiera en Galicia.
El mensaje del presidente del Cluster de Automoción, Francisco Anguera, instó sin disimulo a que los trabajadores se bajen el sueldo. Aludió a que Portugal es "una inquietante amenaza" para la deslocalización y esa competencia de costes debe corregirse, en su opinión, "situando los salarios en el lugar que les corresponde".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de marzo de 2011