Las malas noticias se suceden para la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). Ayer la agencia de calificación Fitch asestó un duro golpe a la entidad al rebajar la calificación de sus bonos de BBB+ a BB+. Tras la decisión, la deuda de la CAM llegó al nivel conocido como bono basura.
Fitch no hizo lo mismo con dos de sus exsocios en el fallido Banco Base y se limitó a asegurar que mantiene la vigilancia negativa sobre Cajastur y Caja Extremadura.
La agencia esgrimió que la decisión refleja los desafíos operativos en el débil entorno económico español y que tras la consolidación del sector de cajas de ahorros, estas entidades resultan relativamente pequeñas. También revisó la situación "en progreso" de la calificación BBB+ de Banco de Castilla-La Mancha, integrado en Cajastur, hasta vigilancia con implicaciones negativas.
En el caso de la CAM, Fitch argumenta que la rebaja resalta que la caja necesitará ayuda externa debido a sus bajos niveles de capital en un contexto de deterioro de la calidad de los activos y mayores exigencias de capital por parte del Banco de España. "Tras un significativo crecimiento medio del 30% de los préstamos entre 2004 y 2007, CAM acumula una significativa exposición al problemático sector de la construcción en España", agrega la agencia.
A Moody's tampoco le ha gustado la ruptura del Banco Base. La agencia considera que ha aumentando la presión sobre las calificaciones crediticias de la CAM, Cajastur y Caja Cantabria, las cuatro implicadas en el fracasado proyecto Banco Base. En su informe, explica que, disuelto el acuerdo, el peso de estas entidades es pequeño y destaca el débil perfil crediticio de la CAM y Caja Cantabria, que ya no podrán beneficiarse del apoyo que hubieran recibido de mantenerse el Banco Base. Y advierte de una posible revisión de la calificación de las cajas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 2 de abril de 2011