El cielo azul, la buena temperatura -se rozaron los 25 grados- y el día soleado empujaron ayer a muchos a acercarse a las playas. Después de un mes de marzo especialmente lluvioso, aunque no demasiado frío, las nubes han dado un respiro a los barceloneses. La gente, en bañador, descansaba en la arena, jugaba a las palas o se tomaba un helado disfrutando de la agradable brisa, pero fueron solo unos pocos valientes los que se atrevieron hundir sus cabezas en el mar y disfrutar del primer chapuzón del año. El Mediterráneo daba así la bienvenida a los primeros bañistas y empezaba a calentar las temperaturas de sus ayer frescas aguas para abrir la temporada estival. La primavera entra con fuerza este año y los catalanes gozan de las agradables temperaturas y los días, a cada paso, más luminosos. En la imagen de la playa de la Barceloneta, una mujer ha entrado en el mar y contempla el horizonte.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de abril de 2011