La película se desarrolla en el litoral valenciano, pero como dice su director, Max Lemcke, "vale para cualquier parte de España". Cinco metros cuadrados, el drama de una pareja que ve cómo su casa se desvanece en el aire y en la maraña de las corruptelas urbanísticas, ha sido la gran triunfadora en el (extenso) palmarés de la 14ª edición del festival de Málaga-Cine español. Además de la Biznaga de Oro a la mejor película, el tercer largometraje de Lemcke también se ha llevado los trofeos a mejor guión (Pablo Remón y Daniel Remón), mejor actor (Fernando Tejero), mejor actor de reparto (Jorge Bosch) y el galardón de la crítica. "Aún no tenemos distribución, pero creemos que es una buena película y de aquí sale reforzada", contaba ayer Lemcke, al que no le importaba quedarse sin premio a la dirección. "Me gusta que esté repartido. Además, ya tengo a Fernando supercontento. Para él es mucho". A él le gusta que su cine "se plantee los grandes problemas a través de las pequeñas cosas, de la vida de la gente. No son películas sociales panfletarias, sino pedazos de vida".
Lemcke no ganó el premio a mejor dirección porque se lo llevó Tom Fernández por ¿Para qué sirve un oso?, filme que el viernes pasado ya se estrenó en salas comerciales. Esta comedia de rivalidad entre dos hermanos científicos obtuvo además los premios a actriz secundaria (Geraldine Chaplin) y mejor montaje. Por su parte, el drama Arriya logró los galardones a mejor actriz (Begoña Maestre), música, fotografía y vestuario. El premio del público fue para Amigos, de Borja Manso y Marcos Cabotá.
La poca calidad media del concurso oficial hizo brillar aún más otras secciones como la de documentales, en la que ganó Circo, de Aaron Schock. A pesar de esa mediocridad, la asistencia a las salas creció un 18%, con 43.400 espectadores: hay ganas de cine.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de abril de 2011