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CÁMARA OCULTA

Ser o no ser

Pasado mañana se dirimirá cuál de los dos candidatos para sustituir a Alex de la Iglesia será presidente de la Academia de Cine. Bigas Luna ofrece "un toque sexy", y Enrique González Macho una gestión "apolítica e integradora". Coinciden ambos en intentar "cambiar la imagen del cine español y acercarlo al público", y ninguno de los dos hace ascos de su oponente. Para Macho, la candidatura de Bigas está formada por "gente tan respetada, querida u odiada como podamos ser nosotros", mientras que Bigas considera que ambos postulantes "somos personas que queremos hacer lo mejor para la Academia". Cada uno en su estilo, parecen estar de acuerdo en lo fundamental. ¿Por qué, pues, no se elige a ambos para que trabajen juntos? En el mundillo del cine se reproduce el modelo de los políticos profesionales, que andan como zombis hasta saber quién les lidera. La Academia es libre para hacer lo que se le antoje, ¿qué inconveniente habría en que ambos candidatos aportaran sus mejores ideas para el beneficio común? Como no soy académico, ni probablemente usted tampoco, podemos esperar sentados en nuestras silletas a que los votantes resuelvan el conflicto, guardando para nuestros adentros la preferencia que pudiéramos tener al optar solo por uno de los dos.

El catalán dice que, de ser elegido, no pretendería que la Academia fuera "de Bigas Luna, sino la del cine español", y el santanderino "que hay visiones diferentes de la Academia, pero que pueden ser complementarias". No parece, pues, que haya dilema en que los dos candidatos unidos, junto con los demás académicos, se pongan a ello. Pero quizás sea otra utopía...

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 8 de abril de 2011