El escudo antimisiles desplegado recientemente por Israel en la zona fronteriza con Gaza, conocido como la cúpula de hierro, interceptó ayer por primera vez dos cohetes procedentes de la Franja, según constató un fotógrafo de la agencia Reuters. El sistema, desplegado a finales de marzo, pretende detener la lluvia de proyectiles palestinos.
Ayer, los habitantes de la franja de Gaza y sus alrededores fueron víctimas de una nueva espiral de violencia que acabó con la vida de tres palestinos e hirió de gravedad a un israelí. Bombardeos desde aviones F-16 y helicópteros Apache, disparos de artillería procedentes de blindados y cohetes artesanales fueron algunas de las armas empleadas por el Ejército israelí y los grupos armados que operan en Gaza.
El fuego cruzado, que no ha cesado en las tres últimas semanas y que ha costado la vida a 23 palestinos, se intensificó ayer después de que un proyectil lanzado desde la Franja impactara contra un autobús escolar en la región de Shaar Hanegev, al sur de Israel. Un adolescente resultó gravemente herido en el ataque. Poco después, los tanques y la aviación del Ejército dispararon contra objetivos en Shufa, en la Franja. Un avión F-16 bombardeó un edificio empleado por el movimiento islamista Hamás, al frente del Gobierno en Gaza desde 2006. Al menos tres personas murieron y 14 resultaron heridas a consecuencia del fuego israelí, según fuentes médicas palestinas.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, amenazó con nuevos ataques durante una conferencia de prensa en Praga, donde se encuentra de visita. "Esperamos que esta situación se contenga, pero si no, no dudaremos en tomar las medidas necesarias, ofensivas y defensivas, para proteger a nuestro país y a nuestros ciudadanos". La escalada de violencia ha reavivado el temor a una nueva incursión militar israelí a gran escala en Gaza.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 8 de abril de 2011