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Iberia y British refuerzan su fusión con la unión total de los negocios de carga

La fusión fría de Iberia y British Airways (BA) comienza a calentarse. El negocio de tráfico de pasajeros sigue teniendo más autonomía en cada compañía pero el de carga de mercancías se unirá totalmente, aunque se mantendrán las marcas. Cada aerolínea tiene su propia identidad de cara al pasajero (asientos, idiomas, comidas, entretenimiento) pero "a las langostas les dan igual esas cosas" de modo que incluir los contenedores en las bodegas de los aviones de una u otra compañía es indiferente, explican en Iberia.

La unidad de negocio estará capitaneada por Steve Gunning como director general, e Ignacio Díez Barturen, como director general adjunto, que eran los máximos responsables de las divisiones de cargo de BA e Iberia respectivamente. "Nuestros clientes se beneficiarán de un catálogo integrado de productos, además de una red más amplia. Tendremos una red global con un único punto de contacto de ventas en cada mercado y una atención consistente por todo el mundo", explica Gunning. Se trata de unir fuerzas para mejorar posiciones en los mercados más pujantes, sobre todo entre Asia y Latinoamérica.

Ambas compañías apenas tienen aviones dedicados en exclusiva al tráfico de mercancías (la española, fundamentalmente para Canarias) pero estará en la lista de las 10 mayores compañías de carga del mundo, que encabezan las especializadas FedEx y United Parcel.

Con un volumen de 5.890 millones de toneladas-kilómetro transportadas en 2010 entre ambas compañías (con una facturación de más de 1.100 millones de euros) se situarían en tercer lugar en Europa detrás de la alemana Lufthansa y Air France-KLM, según los datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA en sus siglas inglesas).

Iberia firmó el mes pasado un acuerdo con AENA un acuerdo para construir una nueva terminal de carga en el aeropuerto de Barajas, en el que el gestor público de los aeropuertos españoles aporta 40 millones para la urbanización y accesos de la parcela y la compañía 60 millones para construir el edificio.

El tráfico de mercancías ha sido el primer negocio aéreo en salir de la crisis, y de modo especial en España el pasado año, ya que la crisis por las cenizas volcánicas desvió a la Península mercancías que iban a ir directamente a otros países de Europa.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de abril de 2011