Dejar que se manipulen sin protección viejas uralitas con amianto -un material cancerígeno-, en las obras del viejo cuartel Sánchez Aguilera, le va a salir muy caro al Ayuntamiento de Ferrol. Trabajo sancionará al municipio con 103.000 euros por las numerosas irregularidades encontradas en la reforma.
La autoridad laboral paralizó la obra el 17 de febrero a raíz de una denuncia del sindicato de funcionarios (CSIF). Los inspectores comprobaron que los obreros trabajan sin mascarillas ni sujeciones en altura, entre otras infracciones, y sin el necesario protocolo de evaluación de los riesgos, que fue contratado después. El informe de la Inspección ya llegó al juzgado ferrolano, que analizará si hubo delito contra la salud de los trabajadores. El Gobierno local reconoce que hubo errores pero cree la multa "desproporcionada", y anuncia que la recurrirá.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de abril de 2011