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El detenido por la desaparición de Arcos, acusado de asesinato

El juez decreta prisión pese a que el fiscal pidió su libertad

El juez ha enviado a prisión y sin fianza a R. V., acusado del asesinato de la compostelana María José Arcos, que desapareció en agosto de 1996 sin dejar rastro. El acusado fue detenido el pasado martes, 15 años después de los hechos, y en su momento fue el principal sospechoso. El titular del Juzgado de Primera Instancia número 1 de Ribeira, Fernando Ferreiro, decretó prisión comunicada y provisional para el acusado a pesar de que el fiscal había pedido libertad sin fianza. El abogado de la familia Arcos, Evaristo Nogueira, mantuvo su petición de prisión para R. V., que se acogió a su derecho de no declarar ante el juez.

La familia de María José Arcos consiguió que el caso se reabriera hace dos años y esta semana pidió, a través de su abogado, la detención al considerar que existían indicios suficientes. Arcos mantenía una relación sentimental con el acusado, operador de cámara de Televisión Española en el centro territorial de Galicia, y la familia sospecha que le había prestado dinero. El coche de Arcos apareció abandonado en Corrubedo y, aunque R. V. siempre figuró como principal sospechoso, nunca fue detenido hasta ahora por falta de pruebas.

Agentes de la Guardia Civil registraron el pasado miércoles y jueves las propiedades del acusado en los ayuntamientos de Teo (A Coruña) y Cotobade (Pontevedra), donde recogieron diversa documentación y algunas pertenencias aunque, como indicó Rosa Arcos, hermana de la desaparecida, no se encontraron pruebas relevantes para el caso. La familia de María José Arcos ha solicitado la utilización de un geolocalizador para intentar encontrar el cuerpo de la desaparecida. La decisión del juez de encarcelar a R. V. se debe a "diversas contradicciones" del sospechoso en las "que incurrió desde el principio", según afirmó Evaristo Nogueira, y que fueron "corroboradas por declaraciones testificales". El abogado indicó que ahora el caso "inicia una nueva etapa", aunque pidió la cautela que exige todo proceso penal. La hermana de María José, Rosa Arcos, consideró que la acusación es un "pequeña victoria, pero muy importante". "Estamos muy contentos. Llegar hasta aquí ha sido la leche", afirmó, aunque es consciente, dijo, de que "queda mucho".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de abril de 2011