Crear puestos de trabajo para personas discapacitadas o en riesgo de exclusión no solo tiene repercusiones sociales, sino también económicas. De hecho, la Hacienda de Guipúzcoa recaudó el año pasado 30 millones de euros con el empleo social.
Con el objetivo de fortalecer y consolidar el modelo de empleo guipuzcoano, la Diputación y las empresas Gureak y KL-Katealegaia pusieron en marcha ayer un órgano para el desarrollo del empleo social "con vocación de ser permanente y sumar a más empresas, entidades y agrupaciones", indicó Maite Etxaniz, diputada de Política Social. Supone un punto de encuentro para el sector provincial, que emplea a 5.000 personas.
El 95% del empleo especial que existe en Guipúzcoa está ya representado en este foro, toda vez que es gestionado por las dos empresas más importantes del sector, las citadas Gureak y KL-Katalegaia, ambas sin ánimo de lucro. Se estima que sólo la actividad de estas dos compañías genera un ahorro anual de ocho millones en servicios asistenciales a personas con discapacidad intelectual o enfermedades mental.
Etxaniz señaló que entre los principales objetivos del nuevo órgano figuran la creación de "más y mejores empleos especiales y la búsqueda de nuevos nichos de mercado". La tasa de desempleo entre las personas discapacitadas triplica al del conjunto de la sociedad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de abril de 2011