La familia de María José Arcos cree que la teoría de que el cuerpo de la mujer, desaparecida en 1996, pudo haber sido enterrado es ahora "más consistente". Una de las hermanas de María José, Rosa Arcos, compareció ayer para mostrar la satisfacción de la familia por la entrada en prisión del principal sospechoso, R. V., y avanzar los pasos que dará la acusación en un proceso que será, dijo, complicado y "sin garantías". Los Arcos pedirán que se registren de nuevo las fincas del acusado y se use un georradar para localizar el cuerpo. "Pediremos todas las pruebas periciales, técnicas y testificales para encontrar a María José, que es lo que queremos. Si no, haremos todo lo posible para que los indicios sean pruebas de cargo".
Rosa Arcos, que se mostró "muy impactada y sorprendida" por la lectura del atestado policial de los registros de la Guardia Civil e insistió en que se fue "muy condescendiente en las primeras fases de la investigación" con el ahora acusado. "Si en 1996 hubiéramos tenido una ley contra la violencia de género se hubiera procedido de otra manera", indicó. Para los Arcos, comentó, fue una sorpresa "desagradable" la postura del fiscal, del que esperaban "un poquito más de apoyo".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de abril de 2011