A Bejun Mehta la música le dio un puntapié nada más empezar. De niño cantante sobrino del ilustre director de orquesta Zubin Mehta, pasó a ser un barítono venido a menos que no levantaba cabeza, todo debido al cambio de voz en la pubertad. Hasta un día de 1997 que, tras mucha reflexión, se cansó de la mediocridad y llamó a una amiga para decirle: "Ahora soy contratenor".
Delicado, preciso, emotivo, Mehta encabeza una nueva generación de falsetistas, y lo demostrará en un concierto en el teatro de la Zarzuela mañana a las 20.00. El público madrileño ya disfrutó de su talentosa voz y de su control tímbrico en 2005 cuando cantó el Mitridate, re di Ponto, de Mozart en el Teatro Real, pero ahora viene a cuerpo limpio, acompañado solo de piano. El programa, variado y exquisito. Desde Purcell a Vaughan Williams pasando por Berkeley, Beethoven y Haydn.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 17 de abril de 2011