El presidente del PP andaluz, Javier Arenas, admitió ayer en Estepona (Málaga) que seguramente no podrá bajar los impuestos en la comunidad si llega a la presidencia de la Junta, como ha venido prometiendo durante meses. "No podemos ser la comunidad autónoma donde más impuestos se paga y que la gente lleve su domicilio fiscal a Madrid. Nos gustaría bajar inmediatamente los impuestos, pero no lo vamos a poder hacer porque las cuentas reales que vamos a recibir no se van a parecer en nada a lo que nos van a contar" los socialistas.
Arenas adoptó el papel de orador duro hasta la intervención del presidente de honor del PP, José María Aznar, a quien saludo como "el mejor presidente del Gobierno de la historia de España", tras sus polémicas declaraciones sobre Libia y la solvencia de la economía española. Arenas vinculó las municipales del 22 de mayo a la política nacional y dijo que votar al PSOE en los ayuntamientos es igual que votar a Zapatero: "El 22 de mayo el PSOE de Zapatero presenta sus políticas a las urnas". Arenas dijo que el presidente del Gobierno no es "ni un buen gobernante ni un buen político, sino una pesadilla de la que tenemos que salir cuanto antes".
El mitin buscaba presentar al candidato del PP a la alcaldía de Estepona, José María García Urbano. Estepona es un "municipio vital" para el PP, según el presidente provincial, Elías Bendodo. Conseguir la alcaldía de este municipio costero, castigado por la corrupción desde los tiempos del gilismo y escenario del caso Astapa, por el que fue detenido el entonces alcalde Antonio Barrientos (PSOE), supondría controlar casi con total seguridad la mancomunidad de municipios de la Costa del Sol Occidental y dar un paso de gigante hacia la Diputación de Málaga. En el auditorio también estaba Ricardo Galeote, concejal imputado en Gürtel.
Cuando habló García Urbano, la gente se puso en pie, entre ellos su amigo y socio Juan Germán Hoffmann, considerado testaferro internacional de Juan Antonio Roca, supuesto cerebro de la trama de corrupción en Marbella. El notario y registrador García Urbano y el abogado Hoffmann, entre el público, han conseguido que el Ayuntamiento de Marbella, gobernado por Ángeles Muñoz (PP), legalice una obra ilegal según el anterior PGOU.
La promesa más llamativa lanzada ayer por el candidato esteponero fue "legalizar los campitos", las alrededor de 3.000 viviendas ilegales diseminadas por el término municipal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de abril de 2011