La lluvia obligó ayer a suspender numerosas procesiones en distintas ciudades andaluzas, aunque fue en Sevilla donde los chubascos intermitentes impidieron procesionar a las ocho cofradías del Martes Santo. El Dulce Nombre, conocida popularmente como La Bofetá, fue la única que intentó procesionar pero tuvo que regresar a su capilla a los pocos minutos. En Málaga, la lluvia también obligó a La Virgen de las Penas, con su manto elaborado por casi 4.000 flores, y a la Nueva Esperanza a regresar en su templo sin completar la estación. Y en Huelva, la Hermandad de la Salud deberá esperar un año más para su estreno procesional.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de abril de 2011