Un hombre ha sido condenado a cinco años de prisión por intentar matar a su compañera sentimental en Valencia, a la que trató de clavar un cuchillo en el estómago después de que ésta le pidiera que no hiciera ruido porque quería descansar.
Según relata una sentencia difundida por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), los hechos ocurrieron el 3 de marzo del año pasado en el domicilio de la pareja, que mantenía una relación desde hacía diez años.
La sentencia relata que ambos se encontraban en la cocina de su domicilio y la mujer le pidió que no hiciese ruido porque quería descansar. El acusado, de 58 años, que padece un trastorno por dependencia del alcohol, le contestó: "Te mato, aunque vaya a la cárcel".
En ese momento cogió un cuchillo de casi 20 centímetros de hoja y se lo intentó clavar en el estómago. La víctima logró coger la hoja con las manos, un gesto que le provocó graves heridas en los dedos. Estuvo hospitalizada tres días y no ha logrado recuperar la flexibilidad en un de dedo de la mano izquierda.
El tribunal de la Sección Primera de la Audiencia de Valencia, estima que el arma blanca que empleó el acusado y la forma en la que intentó clavársela evidencian un "ánimo homicida". Por ello le condena por un delito de intento de homicidio a cinco años de prisión, con la atenuante de embriaguez, y le impone la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la mujer o comunicarse con ella durante diez años. También impone al acusado el pago de una indemnización de 5.500 euros por las lesiones que le provocó a su pareja.
Conductor absuelto
Una segunda sentencia de la Audiencia Provincial de Valencia difundida ayer por el TSJCV, estima el recurso presentado por un conductor de autobús, la Empresa Municipal de Transportes de Valencia y una compañía de seguros, contra un fallo del juzgado de instrucción que condenó al conductor por una falta de lesiones por imprudencia. El conductor fue denunciado por un pasajero que se cayó en el interior del autobús y sufrió una herida en la cabeza. El pasajero aseguró que el autobús tomó una curva a demasiada velocidad. Pero la Audiencia Provincial no considera probado que el pasajero, que usa bastón, cayera por un exceso de velocidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 25 de abril de 2011