En Penamoa (A Coruña), el que fue el mayor asentamiento chabolista del noroeste y gran supermercado de la droga, apenas quedan una decena de chabolas y familias que se niegan a abandonar un infrahumano poblado reducido a escombros. Y no quieren visitas. Ayer recibieron con piedras y palos al portavoz parlamentario de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares (en la foto), que no pudo recorrer la zona para explicar sus preguntas al Gobierno en el Congreso sobre el desmantelamiento del poblado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de abril de 2011