El río Rato, un pequeño riachuelo afluente del Miño, vio ayer enturbiadas sus aguas tras un vertido procedente de una granja de la parroquia lucense de Bosende. La Patrulla Verde de la Policía Local advirtió el derrame a media mañana y, según la Concejalía de Medio Ambiente, el cauce ya está limpio. "La corriente de agua fue llevando todo río abajo. Se diluyó en el Rato y supongo que en el Miño, claro", explica el edil socialista Lino González Dopeso.
El Ayuntamiento desconoce los litros de purín que fueron vertidos, aunque calcula González Dopeso que fueron "bastantes". "No sabemos el tiempo que llevaba echando purín", advirtió. El edil dice no tener constancia de que la fauna haya sido afectada -"no hay constancia de peces muertos"-, pero el Gobierno local ha informado a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y a la Xunta. "El Rato está limpio y no se hace visible lo que pasó", sostiene el concejal de Medio Ambiente, quien achaca el derrame a una rotura de la fosa de hormigón en la que la granja recoge los purines. "Probablemente por las últimas lluvias entró agua y estaba llena de más, la pared no aguantó y abrió una grieta por la que empezó a verter", añade.
"El Rato no ha quedado tocado", insiste González Dopeso. "Yo creo que en pocas horas volvió a la normalidad tanto el Rato como la cascada por donde se colaba el vertido. No quedarán consecuencias", aventura el concejal lucense.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de abril de 2011