Ana María Matute / GORKA LEJARCEGI
El Cervantes de una niña asombrada
Hay un malicioso aforismo que dice que, entre ellos, los escritores no se leen, se vigilan. De ahí la imbatible popularidad en el gremio plumífero del apócrifo autor griego Teleo Melees. Hay, sin embargo, acontecimientos que ponen, y de buena fe, de acuerdo a todo el mundo. Por ejemplo, el Premio Cervantes a Ana María Matute.