A finales de 2010 el Gobierno anunció la creación de un permiso para que los padres de niños con cáncer pudieran dejar de trabajar y cuidar a sus hijos. La nueva baja, se dijo entonces, entraría en vigor el 1 de enero. Cinco meses después, nadie sabe muy bien qué ha pasado con esa medida que llenó titulares en los medios de comunicación. Las asociaciones de afectados se reunieron el pasado marzo con el ministerio y ahí empezaron los matices a lo anunciado: si en principio se aseguró que se pagaría a los padres el 100% de su base de cotización, ahora el Gobierno quiere bajar la cifra al 75%. Y, lo más estrambótico, la nueva baja solo permitirá reducciones de jornada de entre el 50% y el 99%. ¿En qué consiste una reducción de jornada del 99%? ¿En ir al trabajo, saludar y volver al hospital? No hay derecho. Los políticos juegan con nosotros y luego nos dejan en la estacada. Y todavía hay quien se pregunta por qué crece el desapego de los ciudadanos hacia la clase política.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de abril de 2011