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Un cazador retiene en casa a su familia y pone en jaque a la policía

Un hombre de unos 40 años armado retuvo ayer en su domicilio de Pontevedra durante más de siete horas a su mujer, su hijo menor de edad y el jefe de su esposa. La policía nacional montó un fuerte dispositivo junto a la vivienda de A. V. R. desde las 10 de la mañana, y los agentes negociaron arduamente con el hombre hasta que se entregó voluntariamente, pasadas las cinco de la tarde, y fue detenido. Nadie resultó herido. El hombre, que regenta un taller y es cazador con licencia, tenía en el inmueble seis armas, todas ellas con los permisos en regla, según fuentes cercanas a la policía.

Los agentes y los vecinos que dijeron haber hablado por teléfono con el hombre aseguraron que de sus palabras se infería que estaba trastornado. "Decía que se iba a suicidar", comentaba la mujer del adulto retenido en el exterior de la vivienda, cerca del cordón de seguridad establecido por la policía en el área, una parroquia rural de Pontevedra. Sobre las razones que le llevaron a actuar así, la policía apunta a una disputa por una herencia con un cuñado.

Una decena de vecinos y familiares siguió los acontecimientos desde el exterior, con semblante preocupado las primeras horas y más relajados a medida que la situación estuvo próxima a resolverse. Otro compañero, proveedor del taller de A. V. R., comentó que este le había llamado durante la mañana para encargarle un pedido para esa tarde. "Me di cuenta de que no estaba en sus cabales y al poco me dijo que se quería pegar un tiro", declaró.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 3 de mayo de 2011