En la marea negra que afecta al sector conservero, atizada por un acuerdo de la Unión Europea con Papúa Nueva Guinea que va provocar una mayor competencia "desleal", según denuncia el sector, el grupo Calvo ha sacado la cabeza. Los resultados que presentó ayer presentan un crecimiento del resultado de explotación -la esencia del negocio antes del pago de la deuda o impuestos- del 80% en 2010. La facturación creció un 2% hasta rozar los 500 millones, y en este primer trimestre ha avanzado un 16% hasta los 148 millones. El consejero delegado, Mané Calvo, dice que la posible desinversión de su socio principal, Novacaixagalicia, que tiene el 22% del grupo conservero, le preocupa "relativamente". Si al final resulta inevitable, asegura que intentarán encontrar un sustituto, aunque nada les ha comunicado por ahora María Victoria Vázquez, la representante de la caja que se sienta en el consejo de administración.
Los responsables de la firma aseguraron ayer que han iniciado "actividades en China", y que mantienen conversaciones con distribuidoras de India y Rusia para acceder a mercados emergentes. Han colocado sus latas de atún en 26 nuevos países durante los últimos tres años. Hace un mes lanzaron una nueva línea de platos preparados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de mayo de 2011