A la federación también llaman viudos, para hablar sobre pensiones e incluso para buscar pareja, pero este club es de acceso restringido. Una pregunta por la cafetería, otra por el baño, una tercera se muestra en desacuerdo con la "propaganda" que se está haciendo sobre Benidorm en la primera conferencia de la Asamblea que acaba de empezar y, a pocos metros, otras ofrecen su hospitalidad a un grupo cántabro que visitará el lunes Teruel. A media mañana de ayer, el extenso y lujoso complejo hotelero que alberga la XXXIX Asamblea Nacional de la Confederación de Federaciones y Asociaciones de Viudas Hispania ha sido tomado. Alrededor de 800 viudas de todo el país dejan pequeño el recinto de conferencias, pero no todas permanecen en su interior tras la inauguración en la que participó la consejera de Bienestar Social, Angélica Such.
Se consideran "las mejores economistas ya que de un euro hacen cinco"
La edad media es alta, aunque también hay jóvenes, y suelen ir en grupo. El negro no es su color, al menos en la parte que muestran. Y sus reuniones son reivindicativas, pero también lúdicas. "Hay mucho por hacer", explica una. "Y también venimos a pasarlo bien", agregan otras. Hay un tiempo para reír y otro para llorar, parecen coincidir varias. Pero la premisa es clara: "Las penas y las dificultades se dejan en casa. Tenemos que hacer frente a la vida y no acobardarnos", resume Pilar Lozano, presidenta de la asociación de viudas de Alicante.
Ser viuda hoy es más fácil que en el pasado, pero "hay mucho por hacer", insisten. "Las pensiones son nuestro caballo de batalla", resume Rosario Vicente, presidenta nacional de este colectivo de más de 30.000 miembros creado en 1959 ante el desamparo oficial y cuya primera preocupación es la acogida, aunque se atiende también el aspecto material. "Reclamamos que los Gobiernos reconozcan la labor social de las mujeres mayores", apostilla. "Necesitamos atención a las viudas y que nos eleven la pensión", aporta Ángeles Tortosa, presidenta de la asociación de Petrer. La pensión de viudedad se fija sobre el 52% de la base reguladora por la que cotizaba su marido "y queremos conseguir al menos el 75%", asegura. "La lucha es la economía", añade.
Siempre fue así, aunque cualquier tiempo pasado fue peor. Viudas e hijos menores están a menudo unidos. Y a "las mejores economistas que hay porque de un euro tenemos que hacer cinco", como varias se autodenominan, la crisis económica les ha dado un nuevo protagonismo, con la vuelta a casa de familiares o la necesidad de más ayuda.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de mayo de 2011