El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, aseguró ayer que la Catedral compostelana es un espacio abierto que invita a todo el mundo a rezar "al único Dios" y echó en "falta altura humana y espiritual" para afrontar el "reto religioso, cultural, social, económico y político" de la sociedad actual. Así lo expresó durante la homilía de la misa conmemorativa del 800º aniversario de la basílica.
Al acto asistieron varios centenares de personas y numerosas autoridades eclesiásticas, civiles y militares, entre ellas, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, y el teniente general de la Fuerza Logística, Juan Enrique Aparicio Hernández-Lastras, quienes participaron en una procesión por las 12 cruces del interior de la Catedral, conocida como Itinerario Crucis, que evoca la ceremonia de dedicación del templo que tuvo lugar el 3 de abril de 1.211. La Escolanía y la Música cantaron delante de cada una de las cruces las escrituras que se pueden observar en ellas.
Posteriormente, el PP de Galicia acusó en un comunicado al Gobierno central y al PSOE de "despreciar a Galicia" por ignorar el acto. El PP criticó la ausencia de una representación institucional de primer nivel, acorde, a su juicio, con la trascendencia del acto celebrado en la basílica, un hecho que, según insistió, se suma a la ausencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en los actos del pasado Xacobeo en Galicia, ya que, según recuerda la nota, no acudió a ninguno, un "desaire" que, según el PP, contrasta con la "capacidad organizativa y de convocatoria de Galicia durante el pasado Año Santo, que se cerró como el más concurrido de la historia, con 9,3 millones de visitantes", incluida la Familia Real y el Papa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de mayo de 2011